Freedom
For Snails es un proyecto
artístico grupal transmedia
que propone una intervención en el espacio urbano.
Para
la realización del proyecto se recogerán 40
caracoles que se identificarán, numerarán y
personalizarán mediante la aplicación de pintura acrílica en sus
conchas (la pintura usada ha sido previamente probada para que
resista un tiempo considerable y no dañe de manera alguna al
animal). Después de pintar y numerar la concha de cada caracol, se
identificará, denominará y fotografiará. Posteriormente, dichas
fotografías se subirán a un grupo de Facebook
creado con el propósito de que personas ajenas al proyecto puedan
admirar y pulsar la etiqueta “Me gusta”.
Tanto
en la página de Facebook como en el Blog,
que servirá de apoyo explicativo y documental al proyecto, se
avisará de que cada vez que uno de los caracoles consiga 5 “Me
gusta” será puesto en libertad. Las liberaciones serán
programadas y anunciadas, para que todo el mundo pueda asistir a
dicha liberación. En los puntos donde se liberen los caracoles se
dejara una pica de madera clavada en la tierra, que contendrá un
código QR que llevara al Blog y el logotipo del proyecto.
Los
puntos de liberación escogidos serán localizaciones situadas en el
parque Murciano de La Fama. Los lugares serán localizados en un
mapa, al igual que el número de los caracoles que se han liberado en
cada punto. Con la intención de que cualquiera que encuentre uno de
estos caracoles, pueda fotografiarlo y notificarlo, con la finalidad
de poder realizar un seguimiento del recorrido efectuado por dicho
caracol. Las imágenes proporcionadas al igual que las localizaciones
serán actualizadas tanto en el mapa como en Facebook.
Las
herramientas virtuales usadas en este proyecto serán:
- Códigos QR en las balizas y posiblemente en las conchas de los caracoles
- Blog explicativo y documental
- Facebook que proporcionará la interacción con el público así como publicidad y el seguimiento
La
intención principal es conseguir que la gente se implique desde el
principio con Facebook y que se siga el recorrido de los caracoles,
la idea podría evolucionar incluso a que la gente se llevara los
caracoles a otros sitios o pusiera sus propios caracoles.
De
lo virtual a lo real, liberar un ser lento y pequeño difícil de
localizar, sacado del anonimato para ser admirado y seguido por otras
personas, haciendo del espacio urbano un lugar más mágico y
divertido.