En cuanto a la utilización y a la durabilidad de la pintura sobre la concha de los caracoles hemos realizado tres pruebas con distintos tipos de pinturas: arenisca, acrílico y esmalte Titanlux.
Tras un secado de cinco días, comprobamos que ninguna de las tres pinturas perjudicaba a los caracoles ya que seguían vivos y todas resistieron al contacto con las babas de otros caracoles pero, aun así, nos decantamos por emplear acrílico debido a que su composición posee menos productos químicos que el resto y también porque es lo más accesible.
Como se observa en estas imágenes los caracoles no resultaron dañados por la aplicación de las pinturas, al contrario, parecía que tenían ganas de movimiento.
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